Una de las dudas más recurrentes a la hora de elegir un vino, sobre todo si buscamos un buen maridaje, es seleccionar el tipo de vino correcto para cada ocasión sin caer en clichés o tópicos. En realidad, esta situación es mucho más común de lo que nos pensamos, ¿quién no ha comprado algo sin tener la menor idea de sus características? Con el vino esto sucede mucho y, en ocasiones, nos dejamos aconsejar de más o simplemente nos aventuramos sin conocimiento.
Este post pretende ser una guía para aquellas personas interesadas en el mundo del vino que, sin embargo, desconocen muchas de sus características más elementales. No hablamos de bodegas ni de uvas ni de términos enológicos técnicos; hablamos de aroma, sabor, intensidad, textura, calidad, dulzura y color. Todo lo que necesitas saber a la hora de elegir un vino para una comida, una cena o una ocasión especial; porque el vino, como la música, ha de disfrutarse, pero también entenderse.
¿Cómo se clasifica el vino?
Cuando se pide un vino hay que ser conscientes de qué se está pidiendo y con qué fin. Una copa de vino es siempre de agradecer, pero conviene no llevarse sorpresas y saber qué es lo que estamos tomando; sobre todo por la importancia de saber, al menos, qué estamos bebiendo y por qué vale lo que cuesta.
Un vino se clasifica en tres aspectos importantes:
Su calidad: Hay tres tipos de vino según su calidad: De mesa (los más corrientes), los finos (elaborados con una calidad estándar) y los especiales (superiores en su elaboración o composición).
El color del vino: Entramos en un terreno más técnico, por lo que sí toca hablar de la uva:
- Vinos blancos: Típicos de la uva blanca (blanc de blancs) y de las blancas tintas (blanc de noirs)
- Vinos rosados: Característicos de la uva tinta fermentada parcialmente en contacto con el hollejo.
- Vinos claretes: Mezcla de uvas blancas y tintas fermentadas totalmente en contacto con el hollejo.
- Vinos tintos: Propios de la uva tinta.
Los vinos según su azúcar: La cantidad de azúcar del vino es determinante para su sabor. Así, podemos encontrarnos diferentes tipos de vino:
- Vinos secos: Con menos de 5 gramos de azúcar/litro
- Vinos abocados, semisecos y dulces: De los 5 gramos hasta los 100 en este orden.
Una vez has conocido los elementos más básicos para la elaboración del vino, pasemos a conocer los principales grupos a tipos de vino que puedes encontrarte:
Vinos tintos y rosados
- Tintos intensos o concentrados. Vinos tánicos, con aromas intensos, afrutados y con un buen envejecimiento.
- Tintos de cuerpo medio. El tipo de vino de serie media o calidad media. El más común.
- Tintos ligeros, afrutados, no envejecidos. Los que se conocen como vinos jóvenes; bajos en taninos, ligeros, con pocos astringentes y, por ende, con poco cuerpo.
- Tintos de guarda. Los mejores vinos de regiones famosas o lo mejor de las cosechas de un año muy bueno.
- Tintos especiales. Vinos que, como su propio nombre indica, son infrecuentes: tintos licorosos, dulces, etc…
- Vinos rosados. Vinos jóvenes con un grado de dulzor que es el que distingue entre rosados y claretes. El proceso de elaboración es el mimo que un tinto pero no absorben apenas tanino, lo que impide que se tinten. Del hollejo sobrante del tinto se obtiene el rosado.
Vinos blancos
- Blancos dulces y licorosos. Son vinos con cuerpo y muy concentrados.
- Blancos aromáticos. Son secos o semisecos y se caracterizan por sus aromas.
- Blancos secos. Se dividen, a su vez, en tres categorías más. Ligeros: Jóvenes y sin cuerpo. Amplios: Brevemente dulces en ocasiones, con más cuerpo y con capacidad para envejecimiento en barrica. Concentrados: Con cuerpo y mejora cuando se envejecen en barrica o en botella.
Dentro de los blancos existe una variedad muy elegante, de crianza en barrica sobre lías y espumosos, que es el Albariño. Un vino con mucha acidez, cuerpo y estructura, típico de las Rías Baixas gallegas.
Vinos espumosos
- Finos. Como por ejemplo el Champagne francés
- Afrutados ligeros. Como el cava.
- Aromáticos ligeros. Como el moscatel.
Vinos dulces y especiales
- Mistela. Son mezcla de mosto y alcohol, sin fermentación; por lo que técnicamente no son un vino. Los vinos dulces de moscatel son, casi siempre, mistelas, por lo que este sería su tipo más característico. Las mistelas pueden envejecer en botella o barrica y conservan siempre su característico sabor frutal.
- Vendimia tardía. Al retrasarse la vendimia, la uva se sobremadura y el vino conserva una gran concentración de azúcar.
- Fermentación parcial. Su máximo exponente es el vino de Oporto. Fermentados parcialmente y enriquecidos con alcohol vínico.
- Pasificados y tostados. Perdo Ximenez tal vez sea el vino más famoso de esta variedad. Las uvas se deshidratan, pierden el agua, aumentan la concentración de azúcar y, como pasa con el Oporto, es más complejo fermentarlos, por los que se les añade alcohol vínico.
Vinos generosos
Se trata de una variedad más fuerte como, por ejemplo, el Jerez. Durante el proceso de elaboración se añaden algunos procesos especiales que aumentan su estabilidad natural y graduación alcohólica sin perder el derivado de la uva. Estos caldos pueden superar los 17º de alcohol y su azúcar residual puede estar en torno a 5 gramos por litro.
Vinos jóvenes
Son aquellos que no tienen crianza en barrica o botella y que, por tanto, son vinos producidos en el año. Se trata del acompañamiento ideal para una comida ligera o la copa que acompaña una conversación o un momento de respiro. Son afrutados, bajos en taninos y con aromas muy primarios. Un trago fresco que consumir hasta dos años después de su elaboración y en cualquiera de las variantes clásicas: tinto, rosado o blanco.
Vinos ecológicos
Se distinguen de los tradicionales en la elaboración sin ningún tipo de aditivo que no sea completamente ecológico. Los vinos ecológicos proceden de viñedos con certificación ecológica; esto es: sin herbicidas o fungicidas para su producción, y en bodega están permitidos solo algunos productos enológicos, como el sulfuroso o la betonita. Este tipo de vino debe correspondientemente certificado según normas ecológicas. Se trata de un producto cuya demanda y las bodegas se han disparado en los últimos tiempos. De hecho, en PROAVA hemos promovido el I Concurso de Vinos Ecológicos de la Comunidad Valenciana.
El mundo del vino alberga sus complejidades, por eso muchas personas, pese a que disfrutan y se sorprenden bebiéndolo, terminan por dejarse recomendar o pidiendo siempre lo mismo. Esta guía te puede ayudar a conocer un poco más las variedades de vino que puedes pedir para, por ejemplo, un buen maridaje y a acercarte un poco más a un universo plagado de encanto, momentos especiales y cultura.