Cómo se hace una cata de vinos
La cata de un vino es todo un ritual que se puede practicar en restaurantes, casas o al visitar bodegas. La increíble historia del vino es tan antigua como el hombre, sin embargo, ya en pleno siglo XXI, mucha gente no es capaz de distinguir correctamente la calidad del vino que está bebiendo.
Los criterios más básicos a la hora de elegir un vino siguen siendo las recomendaciones de terceros (en el difícil caso de que nuestros gustos coincidan completamente con los de ellos), el aspecto de la botella, la bodega o el precio, siendo este último el de la simple ecuación de toda la vida: cuanto más caro, mejor.
Por eso, muchas personas se pierden el placer de beber un buen vino. Uno que de verdad conecte con sus gustos y maride perfectamente con la comida o la cena que desean tomar. Los buenos caldos no tienen por qué ser caros y, del mismo modo, aprender a catar un vino no te tomará meses de arduos estudios.
A la hora de elegir uno en la carta de un restaurante o de la estantería de una tienda, sea está especializada o la de un simple supermercado, lo importante es que atiendas a lo siguiente:
- Fase visual. En primer lugar comprobar la añada del vino, la variedad de uva y la bodega. A continuación comprobar que el corcho esté seco (si estuviera húmedo puede que el producto esté contaminado). Seguidamente, abrir el vino y oler el corcho, sobre todo para verificar que no huele mal o a podrido, dado que el vino podría estar en mal estado. El corcho también nos dará una idea de su sabor.
- Fase olfativa. Verter el vino en la copa en poca cantidad y comprobar que no hay restos de corcho u otras sustancias. El color nos indica la edad: en los jóvenes veremos colores violetas o morados muy intensos; los vinos de barrica tendrán un tono anaranjado; y si ha estado muchos años en barrica su tono será parecido al café. En este último caso, solo selectos como el vino Fondillón garantizan una experiencia segura. Antes de degustarlo es importante moverlo un poco para percibir sus aromas. Los primeros vapores pueden ser afrutados o vegetales, según la naturaleza del vino.
- Fase gustativa. Se deben realizar dos pequeños tragos que se han de balancear por toda la cavidad bucal, salivar y tragar o escupir según la cantidad de vinos que se vaya a catar. El primer trago sorprende al paladar y no suele ser agradable. El segundo, en cambio, es el que confirma el sabor del vino: profundidad, acidez, intensidad, suavidad. Según su sabor será recomendable para unos u otros platos: A mayor intensidad, platos más elaborados y potentes; a menor intensidad, platos más breves, tapas o entrantes.
El vino activa nuestros cinco sentidos. Pocas veces tenemos la posibilidad de lustrar simultáneamente todas nuestras capacidades sensoriales, por eso beber vino es una experiencia completa.
¿Quieres disfrutar de una cata de vinos en Valencia? (cata de vins)
Valencia es una ciudad con arraigo histórico. De su tradición vitivinícola se desprenden relevantes bodegas, diferentes variedades de uva y excelentes productos. En este sentido, la cata de vinos valencianos es una actividad derivada de la apuesta por el enoturismo en la región.
Uno de los lugares más emblemáticos para catar vinos de Valencia se encuentra en el Barrio del Carmen. El centro histórico de la ciudad alberga El Celler de PROAVA, una bodega del siglo XIII que es, a día de hoy, la más antigua de la ciudad y un lugar de encuentro para los aficionados y profesionales del sector vitivinícola de la Comunidad.
La experiencia se completa con enólogos profesionales que, además de ofrecer un recorrido cultural por la histórica bodega, ofrecen a los asistentes toda la didáctica necesaria para el aprendizaje en el arte de maridar y los pormenores de la degustación profesional del vino. Una de las vivencias más recomendables en cata de vinos de la Comunidad Valenciana.
Te invitamos a una cata de vinos en Alicante
Alicante ofrece múltiples opciones a sus enoturistas. Desde “El Bus del Vino” a las cata “in situ” que se puede realizar al visitar bodegas dentro de la provincia.
Ambas opciones están pensadas para conseguir una experiencia completa en los usuarios. Una cata de vinos divertida que, además, se complementa con vivistas culturales guiadas a los pueblos de mayor tradición vitivinícola del municipio, con degustación de los platos típicos de la gastronomía local y la práctica del denominado turismo de calidad; uno de los mayores baluartes de la comarca.
Aquí encontrarás, de hecho, algunos de los mejores vinos de Alicante.
¿Deseas aprender? Apúntante a nuestro curso de cata de vinos
PROAVA ofrece cada año un curso profesional de cata de vinos para todas aquellas personas que deseen profundizar en historia del vino.
Estos cursos se celebran en el especial entorno que ofrece El Celler de Valencia y está divididos en cinco sesiones con una duración aproximada de 90 minutos cada una.
Diferentes profesionales y periodistas especializados en el sector vitivinícola profundizan en el apasionante y desconocido proceso enológico y hablan del complejo sistema vitivinícola mientras ofrecen sendas nociones para la iniciación a la cata de vinos.
Permanece atento a nuestro blog, pronto daremos más información sobre nuestro II Curso de Cata de Vinos PROAVA.
También puedes regalar una cata de vinos
Del mismo modo que regalar vino es uno de los mayores aciertos, regalar una cata de vinos es garantizar el recuerdo y potenciar el detalle.
La Comunidad Valenciana dispone de una enorme oferta enológica en este sentido: hoteles con encanto, visitas a bodegas, paseos entre viñedos, packs enológicos, recorridos turísticos, gastronomía local, etc.
Por tanto, si te apasiona el mundo del vino, harías bien en descubrírselo a tu pareja, familia o amigos. La aventura de adentrarse en un mundo sofisticado, hermoso y envolvente que dejará un recuerdo indeleble y, con mucha probabilidad, el semilla de una nueva afición.
¿Quieres saber cómo hacer un maridaje de vino y queso?
El maridaje es, a la vez, un arte y una pasión. Aprender cómo combina un vino con un queso puede convertir un entrante en una especialidad.
Vinos blancos para combinar con quesos grasos y tiernos, tintos ligeros y afrutados o potentes pero sin barrica para quesos azules o vinos con años de barrica para los curados o muy curados.
Una de las tres experiencias que ofrece El Celler es, precisamente, “la experiencia del cellerer”: Una oferta gastronómica con maridaje de vinos en la que, además de visitar la bodega, catarás tres tipos de vino de la tierra con tres tipos de queso, embutidos y salazones diferentes.
Productos de la Comunitat Valenciana que son, a día de hoy, exponentes de la más alta calidad a todos los niveles.